Capitulo 23

Justin entrelazó sus dedos con los de Olga y la miró, miró como sus ojos brillaban ya que le daba directamente la luz solar.
El solo pudo sonreír, sonreír con ternura, y acercar sus labios a la mejilla de Olga, es lo que en ese momento le dictó su corazón.

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- Que tal estas? - Dijo una voz haciendo que le diese un nuevo pinchazo en la cabeza. 
- Bueno, mejor que antes - Dijo sin ánimo.
- Tranquila cariño - Dijo acariciando lentamente su cabello - Seguro que no es nada - Le dio un beso en la mejilla y añadió - Melisa cielo, voy a la cafetería a tomarme un café si? 
- Vale papá, vete tranquilo - Dijo sonriendo -.
-Enseguida vuelvo vale? - Salió por la puerta, echó una última mirada a Melisa y sonrió dulcemente.

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- Que suerte que el profesor no haya venido verdad? - Giró la cara para mirarle, adoraba sus dulces ojos color miel...
- Si, una suerte - Dijo este sonriendo - Te apetece ir a tomar un helado? 
- Claro - Contestó felizmente 
No tardaron a penas en llegar, ya que se encontraban en un parque, en uno muy cercano al instituto de Olga, todo rodeado por urbanizaciones y casas grandes de gente adinerada.
- Que desean? - Dijo el hombre de mediana edad que se encontraba detrás del mostrador.
Justin fue a contestar que aún no lo tenían claro, cuando Olga contestó en su lugar..
- Pues no sé - Dijo ella con cara pensativa - Es que tiene usted de tantos sabores que no sé por cual decidirme - Dijo riendo y mirando al hombre.
Este la sonrió.
Finalmente se decidieron, de caramelo para Olga y de dulce de leche para Justin.
- Que te crees que haces? - Dijo Justin instintivamente.
- Pagar? - Contesto esta riéndose - Y sacando un billete de su monedero.
- No, de eso nada - Dijo Justin quitándole el billete y cogiendo uno de su bolsillo - Tome cobreme de aquí - Dijo entregandole el billete al hombre. Este, le devolvió las correspondientes vueltas, y le agradeció por comprar los helados. 
Justin se guardo el billete de Olga en el bolsillo de su pantalón, esta no entendía que pretendía, pero Justin la tranquilizó y le dijo que se lo devolvería cuando cada uno tuviese que tomar su camino, que mientras tanto sería como una especie de ticket, y que sin el, ella no podía irse de su lado.
Esta, simplemente no pudo hacer mas que sonreír.