sábado, 6 de octubre de 2012

Capitulo 15


Narrador.
Lo que quedaba de tarde, lo pasaron juntos, pero, les vuelvo a repetir, todo tiene una razón, y una explicación, las coincidencias no existen, por lo menos en esta historia...
Que Abby estuviese ahí, no fue una coincidencia, que Justin se dejase llevar, tampoco lo fue, y que Olga, se sentase a jugar tampoco, y mucho menos la amistad que estaba comenzando a surgir.
Todo tiene su explicación, y yo se lo contare, pero a su debido tiempo.
Narra Justin.
Nos quedamos la tarde entera ahí, en el parque, jugando, y disfrutando de el buen día que hacía...
Mi madre había ido a comprar, y había dejado a mis hermanas con Abby, ya que era mas mayor.
Deje a las niñas en casa con mama, ya que estaba ya ahí, y fui a acompañar a Abby y a Olga, todo iba muy bien la verdad, con ella me lo pasaba genial, y con Abby también, es una chica súper divertida para la edad que tiene.
La verdad, me dio un poco de vergüenza, que Olga, viese el barrio en el que vivía, y mas aun que viese la fachada de la casa, ya que no estaba en muy buenas condiciones que digamos...
Primero llegamos a casa de Abby, la dejamos en la puerta, era una casa, bastante grande la verdad, yo diría que como la mía en la que vivíamos antes...
Abby se despidió de Olga, dándole un abrazo, y un beso en la mejilla.
A mi me dijo solo adiós y comenzó a andar, yo torcí el gesto.
Yo: Hey y de mi no te despides?
Abby: Vaaaaaaaaaaaale!!
Vino corriendo, y me planificó un beso en la mejilla, y se despidió con la mano, entrando a casa.
Olga y yo, no sabíamos muy bien que decir, la verdad, en el aire había un silencio incómodo, uno que ninguno de los dos nos atrevíamos a romper, yo por vergüenza a poder decir una tontería, y ella, pues no se en que pensaría ella...
Olga: Eh, Justin, que no hace falta que me acompañes si no quieres, en serio, no es necesario- Dijo mirándome a los ojos-
Yo: Si, si que es necesario, a demás, lo hago por que quiero- Dije sonriendo.
Olga: Bueno, vale, pero cuando lleguemos entras a casa, que aun tienes las heridas de el idiota de Matt Miller- Dijo pronunciando su nombre con asco-
Yo: Olga, no es necesario, a demás, tampoco estoy tan mal no? - Dije yo en forma de pregunta, ya que yo ni si quiera me había visto aun..
Ahora que decía el apellido del cara cartón, me sonaba, pero... De que? Ni idea... Joder me sonaba mucho, bueno, ya me vendría a la mente.
Olga: Buuuuuuuuuuuueno... - Y ella se puso a reír sola.
Yo enarqué una ceja, y sonreí, esta chica, era increíble, que forma mas graciosa de reírse...
Yo: En serio estoy tan mal?- Dije poniéndome ya mas serio.
Olga: No, si tu no estas nada mal.. - Dijo poniéndose roja y riendo nerviosamente - Eh, bueno, que ya hemos llegado - Dijo girándose, y apretando el botón de un mando que había cogido de su bolso.
La verja de la casa, comenzó a abrirse, y ella, con un gesto, me indico, que comenzase a andar, ella iba delante, y la verdad, es que me daba un poco de corte, no soy muy fan de ir a las casas de los "ricos".
Yo: Pero, Olga, y si tus padres están en casa? Que les diras? Es mas, que pensaran de mi, al ir con estas pintas, y la cara como la llevo, y to..- Me cortó, poniendo una mano suya, en mi boca, yo me quede anonadado, pero ella enseguida la quito y contesto.
Olga: Justin, no están, se han ido a una cena de negocios, mi padre esta " En busca de el talento perdido". Total, tonterías de las suyas, a demás, que pintas? Que tu vas muy bien vestidito eh.
Me sonrojé, jamás pensaría que me pudiese estar haciendo un halago.
Llegamos, a la puerta de entrada de la casa, la verdad, es que el jardín delantero, estaba muy bien decorado, y era muy espacioso.
Giró la llave en la cerradura, y abrió la puerta, entró ella primero, yo me quedé en la puerta, observando el gran recibidor que había en la entrada, ella, se echó a reír.
Olga: Te piensas quedar ahí todo el día?- Dijo mirándome
Yo: Eh- Dije saliendo de mis pensamientos- No, eh, no se. Que me has dicho?
Olga: Que pases tonto, que pases- dijo riéndose, y agarrandome de la manga de la cazadora.
Los dos pasamos, y ella me condujo a su cuarto, era muy bonito la verdad, y era casi como mi casa entera, lo cierto, es que estaba todo calculado al mínimo detalle, con lo que respectaba a la decoración, todo era original, único y precioso.
Ella, me dijo que me sentara en la cama, obedecí, ella se metió en el baño, y comenzó a rebuscar, no tardó apenas dos minutos en regresar, venía con un botiquín en sus manos.

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